Por: María Betania Cárdenas Terán
I Semestre com. Social
El llamado d
octor de la lepra Jacinto Convit, a sus casi 97 años (1913), actualmente es el director del Instituto Nacional de Biomedicina y es considerado como unos de los cinco científicos latinoamericanos que cambiaron al mundo por su incansable lucha contra la lepra, Este notable aporte a la ciencia médica, le valió ser postulado en 1988 para el Premio Nóbel de Medicina.Actualmente durante años este científico venezolano ha estado trabajando arduamente en el estudio de la autovacuna contra el cáncer. Nos relata al respecto que en realidad debería llamarse la autovacuna, porque pareciera que es un tratamiento preventivo y no es así; esto solo puede ser aplicado a los enfermos con cáncer.
Es una vacuna curativa hasta tanto siga siendo objeto de estudio y analicen las evaluaciones y resultados posteriores. Tienen tres años haciéndoles un seguimiento a los pacientes en el instituto de Biomedicina, pero estos procesos no pueden ser simples ni acelerados. Según el Doctor Convit los efectos de este tratamiento para empezar, es una combinación de una porción de células cancerígenas procesadas e inactivas del paciente, junto con el componente BCG. Al aplicarla han notado una estimulación inmunológica al organismo para localizar las células tumorales y en algunos casos neutralizarlas. Al aumentar o estimular la condición inmunológica de por sí mejora el estado de salud en cualquier paciente.
En cuanto a los efectos secundarios son mínimos, tan solo una reacción cutánea (inflamación) donde es aplicada la inyección. Son tres vacunas en un periodo de 18 semanas. Cada caso es diferente, depende del avance de la enfermedad, pero al requerirse las células cancerígenas del propio paciente, han avanzado más rápido en los de cáncer de mamas, estómago y cerebrales. Ninguno es descartable.
Por eso es importante que los especialistas oncólogos sepan de este trabajo y sea una mancomunidad de criterios y esfuerzos. Para la autovacuna sería más conveniente no aplicar la quimioterapia ya que sus efectos colaterales son más fuertes en el sistema inmunológico del paciente. Sin olvidar que cada caso es distinto. Lo mejor de todo es que esta vacuna es absolutamente gratuita. El proceso lo estudiaron y aplicaron en el Instituto Nacional de Biomedicina (Caracas).
El Dr. Jacinto Convit asegura que sería una falta de consideración de su parte decir que no le agradaría obtener un premio Nóbel, pero puede asegurar que ganar ningún premio le quita el sueño.
Este es un orgullo venezolano gracias a dios existen personas como Jacinto Convit que nos dan a conocer el lado humano de la ciencia y sus tantos años de dedicación a la lepra y ahora el cáncer por que sin duda alguna esta es una gran esperanza a los pacientes con cáncer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario